Los precandidatos a gobernador bonaerense del oficialismo, Aníbal Fernández y Julián Domínguez, se cruzaron hoy por la acusación que lanzó el jefe de Gabinete sobre un supuesto plan para esconder sus boletas, que el presidente de la Cámara baja calificó de «infantil».
Fernández insistió en acusar a la fórmula Domínguez-Fernando Espinoza de instar a intendentes a esconder boletas. ”Hay 20 intendentes que me llamaron y me contaron y están dispuestos a decirlo. Ruego que paren con insistir con mis disculpas porque le pediré a los 20 que hagan conocer públicamente el llamado y quién lo hizo», amenazó el jefe de Gabinete, en declaraciones a radio Nacional Rock.
Fernández sostuvo que no tiene «cruces con nadie» y que se limitó a señalar «lo que estaba sucediendo», al tiempo que afirmó que con su compañero de fórmula, el presidente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), Martín Sabbatella, tienen «desesperación para que las boletas» suyas «estén en el cuarto oscuro».
«Por eso hay que levantar el teléfono intendente por intendente para plantear el tema. Habrá que ocuparse de encontrar una alternativa para que la boleta esté. Vamos a garantizar que la boleta esté en el cuarto oscuro para que quienes tengan la vocación de votar lo puedan hacer sin ningún tipo de contratiempos», resaltó Fernández.
Al respecto, indicó que «los intendentes en esto tienen una posición neutral de dejar que las boletas estén todas en el cuarto oscuro», para que el que «quiera votar vote porque ambas boletas los llevan a ellos».
«No tengo dudas que vamos a triunfar en las PASO (contra Domínguez-Espinoza) y tampoco tengo dudas que vamos a conservar la provincia con un resultado muy favorable, sin ningún tipo de problemas. Seré el próximo gobernador de la provincia de Buenos Aires si Dios me ayuda un poquito», aseguró el funcionario del gabinete de Cristina Kirchner.
Por su parte, Domínguez se refirió a la acusación que lanzó Fernández y destacó que la discusión con su contrincante es «absolutamente infantil».
«No estoy acostumbrado a hacer política de comentarios, las cosas se dicen con nombre y apellido. Me parece una situación absolutamente infantil, en la vida al pan lo llamo pan y al vino, vino», indicó Domínguez en declaraciones a radio Nacional Rock.
Y apuntó: «Cuando uno es jefe de Gabinete tienen que tener el rigor de hablar con nombre y apellido, no puede hablar de supuestos. Que sea claro y se termina todo esto, se lo dije personalmente delante de la Presidenta que las cosas se hablan mirándose a los ojos».
El diputado del Frente para la Victoria y exministro de Agricultura de la Nación pidió «no poner en juego lo más sagrado que tiene el país, que es la calidad de la democracia» y afirmó que «hacía tiempo que no escuchaba una cosa de esta naturaleza».
«Es poner en crisis la calidad de la democracia, no se puede hacer y decir cualquier cosa por situaciones internas o personales. Me parece un verdadero absurdo», se quejó.
