De un modo simbólico, las primeras carátulas que se modificaron son las del docente Luis Oscar Lacoste desaparecido el 15 de octubre de 1976 y la del alumno Horacio Ángel Ungaro desaparecido en la trágica “Noche de los Lápices” el 16 de septiembre de 1976.
Se creó la Comisión por la Verdad Histórica que repara, tras su revisión, las carátulas de los legajos de los docentes, auxiliares y alumnos de la Dirección de Escuelas que fueron víctimas del terrorismo de Estado durante la última dictadura cívico militar.
Este espacio está integrado por autoridades de la DGCYE, la Secretaría de Derechos Humanos provincial y representantes de los gremios de los trabajadores del sistema educativo.
Hasta el momento, figuraban en los expedientes de la Dirección de Personal como despido “por abandono del cargo” en el caso del profesor Lacoste y como “libre” en el caso del alumno Ungaro, ahora a partir de la medida sus legajos se clasifican como “ausencia por desaparición forzada”.
“La única forma de construir y de educar es a través de la acción y por eso comenzamos un camino que busca reconocer a todos los compañeros desaparecidos, tanto docentes, auxiliares y alumnos”, sostuvo Nora de Lucía, titular de la DGCyE.
La Ministra agregó: “Somos un Estado que trabaja intensamente para reconocer a las víctimas de esa etapa oscura del país. Tenemos que saber la verdad para poder contarles lo que sucedió en la Argentina a las futuras generaciones”.
Participaron de la movida el secretario de Derechos Humanos provincial, Guido Carlotto y la Madre de Plaza de Mayo Adelina Dematti de Alaye.