Los militantes que hicieron el aguante y esperaron bajo la lluvia tuvieron recompensa: pasadas las nueve de la noche, y ya sin nubes de lluvia en el cielo, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner salió al escenario montado de espaldas a la Casa Rosada para saludar a los militantes que permanecieron allí a pesar de las inclemencias del clima y de que se suspendieran, en consecuencia, los shows musicales programados para los festejos del Día Internacional de los Derechos Humanos y del 31º aniversario de la recuperación de la democracia. “Para seguir marchando hacia adelante hay que mirar por el espejo retrovisor, si no se puede chocar el país”, fue el mensaje que dio, ante decenas de miles de personas que no cejaron por la lluvia.
“Si quieren dar un paso atrás, el problema van a ser los millones de trabajadores que consiguieron trabajo, los millones de jóvenes que por primera vez tuvieron un empleo, una computadora o pudieron ir a la universidad a pocas cuadras de su casa –señaló la mandataria, marcando la cancha más allá de diciembre de 2015–. Van a ser los millones de jubilados que recuperaron sus derechos, van a ser los miles de científicos que sienten que su país los tiene en cuenta, van a ser inclusive algunos que hoy no me quieren, pero se van a dar cuenta de que este es un proyecto de país que permite progresar en la vida cotidiana.”