Proponen reducir la inflación “inercial” sin reducir la actividad económica

0
464
35 Flares 35 Flares ×

Fue planteado anoche durante la charla – debate Los desafíos de la coyuntura económica argentina, con la presencia de los economistas Andrés Asiain (UBA- Centro de Estudios Scalabrini Ortíz) y Gerardo De Santis (UNLP- Centro de Investigación en Economía Política y Comunicación) que se realizó en Espacio cultural Leonardo Favio, con la organización del Centro de Investigaciones Populares.

De Santis desarrolló un cuadro de situación con el que ilustró los límites estructurales que presentaban los procesos de industrialización de América latina y las formas de superarlos. “El modelo actual parte de una estructura productiva fuertemente heterogénea y especializada, en la que los “sectores modernos” no tienen la capacidad de absorber toda la mano de obra sin generar déficit de divisas. Si bien la Argentina había logrado relajar relativamente estas restricciones durante el proceso de industrialización sustitutivo de importaciones de postguerra, la dictadura vino a profundizarlos. Durante veinte años de democracia esta estructura no logró alterarse y se consolidó, manifestándose en un estilo de desarrollo basado en la inserción como exportadores de commodities y en la expansión del consumo de bienes durables y servicios hacia crecientes franjas de población de sectores medios que se integran al sector “moderno” a un ritmo menor al que pueden ser absorbidos como fuerza de trabajo en ese sector, generando expectativas de acceso al consumo suntuario que se ven frustradas”, sostuvo.

“Es claro que el único negocio que permite el modelo es la inversión en proyectos productivos”, destacó.

Inflación inercial

Por su lado, Asiain se refirió a la La inflación: “es una construcción histórica generada a partir de fenómenos como las devaluaciones, aumentos de los precios de los alimentos u otros golpes sobre precios claves, que generan posteriores incrementos en los valores nominales de precios e ingresos. Bajo ciertas condiciones económicas, esos aumentos de precios e ingresos generan una inflación “inercial”, que permanece en el tiempo al ser incorporada como un piso de inflación por los distintos actores económicos al momento de negociar precios e ingresos”.

En ese orden propuso una política heterodoxa para reducir esa inflación inercial de aproximadamente el 20% anual, para llevar las tasas de incrementos nominales de precios e ingresos a cifras de 1 dígito. “La misma se trata de un congelamiento momentáneo de precios, salarios, tipo de cambio y tarifas (de aproximadamente 3 meses), y una posterior negociación paritaria de salarios reales (por unos 9 meses, más 3 meses retroactivos). Al año siguiente, las paritarias deberían volver a negociarse en forma nominal, para evitar indexaciones permanentes que puedan magnificar posteriores variaciones en algún precio clave”, consignó.

La propuesta inckuye la realización de una paritaria anual que negocie salarios reales, luego de un congelamiento momentáneo de precios, salario, tipo de cambio y tarifas, tiene el efecto económico de incorporar la estabilidad de precios generada por el congelamiento, en la posterior evolución nominal de los salarios y precios y, de allí, en el resto de los precios e ingresos sectoriales. “De esa manera, se lograría eliminar el componente inercial que poseía la inflación, quedando un residuo de inflación menor al dígito”.

Y concluyó que   “a diferencia de las propuestas ortodoxas, la política de reducción de la inflación no requiere reducir la actividad económica, el empleo, el gasto público, ni una distribución regresiva del ingreso. Sí requiere lograr el mínimo consenso empresarial y sindical, para aceptar un congelamiento temporal de precios y salarios, y luego realizar una paritaria en términos reales”.

35 Flares Twitter 22 Facebook 13 Google+ 0 Email -- 35 Flares ×
Warning: A non-numeric value encountered in /home/sn000597/public_html/wp-content/themes/Newspaper/includes/wp_booster/td_block.php on line 326