Reconoció que encontrar consensos en la política “es bien difícil cuando los extremos son los más ruidosos”, aunque reconoció que está convencida de que “no son los más representativos”. Autocrítica sobre sus años de gestión, el conflicto docente y la elección perdida en el 2019.
La ex gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal participó de un encuentro con dirigentes de la UCR durante una nueva edición del ciclo “Política en vivo: conversaciones para pensar el hoy”, que conduce el diputado nacional de Juntos por el Cambio, Fabio Quetglas. Consideró que “dialogar no es someterse, no es consentir” y resaltó que “los valores, la honestidad y el respeto a las instituciones no se negocian” en la búsqueda de esos acuerdos. “Uno no deja de ser quien es por dialogar con alguien que piensa distinto”, sostuvo.
Con respecto al camino que tiene que seguir Juntos por el Cambio, bajó un mensaje que también estuvo cargado de autocrítica. “La pregunta no es solo si podemos volver a ganar, sino si podemos hacer un buen gobierno”, afirmó. Y en esa línea, se explayó: “Para un buen gobierno se necesita el 50% de los votos. Es verdad. Pero se necesita más que eso. Hay que gobernar con otros”.
En esa línea, reconoció que llevar adelante esa tarea de encontrar consensos “es bien difícil cuando los extremos son los más ruidosos”, aunque reconoció que está convencida de que “no son los más representativos”, en alusión al ala dura del oficialismo y la de su propio partido, el PRO.
Durante el encuentro, Vidal ensayó una autocrítica sobre sus años de gestión y la elección perdida en el 2019. “Nos habíamos empezado a alejar de la gente, a tomar distancia. Hay una parte de nosotros que dejó de escuchar. Fue en los últimos dos años. Sobre todo después de las elecciones de 2017″, aseguró, haciendo principal hincapié en el triunfo electora en los comicios de medio término que, en ese entonces, fortalecieron el poder de Cambiemos en territorio bonaerense.
Y puso dos ejemplos sobre lo que siente que le quedó pendiente durante sus cuatro años de gestión. “El conflicto docente fue innecesariamente largo. Podríamos haber encontrado un mejor camino de diálogo con los sindicatos docente. Ambos hubiésemos tenido mejores resultados con más consenso y diálogo mutuo”, precisó.